12.9.10

Un amor imposible.

         53. Distancias.
- Ese será Justin, Justin. - Le dije sonriendo. - & este será Antonio.

Justin me miró extrañado pero sonriendo. Todo esto era muy curioso no? El qe menos se parecía a Justin se llamaría Justin & el qe más Antonio, nosé porqe lo hice asin pero asin salio la cosa, yo qería ponerle al primero Antonio & asin lo hice & al segundo le puse Justin porqe seguía siendo mi luz guiadora.
Ahora tenía algo más grande qe mi propia vida, algo a lo qe siempre miraría con cariño, tenía dos niños preciosos mios, & de Justin, pero era algo tan mágico qe no pude dejar de sonreir en mi vida.
Tube mucha visita en mi casa las primeras tres semanas, & los periodícos se movieron hasta Sevilla para ver como eran mis peqeños, Justin, yo & los niños eramos noticia mundial & no había nadie qe se lo qisiera perder.
Pronto seguimos una vida normal, Justin empezó a seguir con su gira qe había sido reemplazada de fechas muy seguidamente & ya no le qedaba más remedio qe hacerlo porqe sino se le iría su dulce voz...
Él estubo viniendo todos los fines de semanas, pero poco a poco nos fuimos a alejando como pareja & dejamos de estar juntos, sin razón alguna, apenas hablabamos & solo lo veía cuándo vebía a recoger a los niños para llevarselos con él unos días.
Yo me adentré en los negocios familiares & mis padres se jubilarón como digeron qe harían, yo ya era la dueña de todo aqello & mis peqeños ivan donde yo iva & veían a su padre cada vez qe el qería verlos, yo nunca le puse escusa o pega a sus visitas.
Cada vez estaban más mayores & ya se sabía a qien se parecía cada uno. Antonio era la viva imagen de Justin cuándo peqeño & Justin era más parecido a mi qe a él pero aun asin ambos me recordaban siempre a Justin.

Tenían ya dos años, dos años preciosos había pasado con ellos & me encantaba pasar los días con ellos, antes de cumplir ocho meses Antonio dijo Mama por primera vez & Justin a los 9 & medios dijo Papá.
Nunca pensé qe Justin se llebaría tan bien con Antonio, por llebar el nombre de mi otro amor, como él dijo una vez, pero por lo qe yo sabía los cuidaba a ambos & los amaba igualmente.
Sé qe se los llebaba a algun qe otro concierto & me moría de miedo pero siempre venían bien, sanos & a salvos, muy contentos de estar con su padre.
Yo preparé sus maletas & los dejé con Naná.
Odiaba encontrarme con Justin, me sentía rara... & no sabía qe hacer asinqe llebaba ya un año sin verlo cara a cara solo llamandonos por telefóno & la cosa iva bastante bien pero me lo tube qe encontrar en la oficina & se me calló el mundo encima.
- Hola Justin, los niños estan en la casa. - Le dije simplemente & me senté en mi silla del escritorio.
Ahora vivía en Canadá, en la casa antigua, pero ahora no estaba mis padres, ellos estaban en Miami, & siempre andaban viajando & cada tres meses venían a ver a los niños & traerles regalos. Mi padre decía a menudo qe estaba muy orgulloso de mí, qe lo estaba haciendo todo a la perfección.
- Eh, vale... como te va todo? - Me preguntó saliendo de mi estudio.
- No me puedo qejar & ati? - Le pregunté sonriendo.
- Me va bien, tengo todo lo qe necesito. - Me respondío sin mirarme.
- Me alegro por ti. - Fue lo último qe le dije, pero no creo qe se enterará.

La vida seguía su ritmo & ni Justin ni yo, volvimos a vernos, los niños seguían el camino qe les había propuesto en la vida, & veían a su padre todos los fines de semana & en vacaciones.
No hubo más reencuentros con Justin & si los hubo apenas rozamo temas, supongo qe nos olvidamos & el amor qe sentimos de jovenes se esfumó como el viento.
Supongo qe me tocó un amor imposible, qe todo no es para siempre & qe al fin & al cabo... EL DESTINO DECIDE.

   Final.